Visiones del mundo y del teatro o encuentros oportunos con desconocidos conocidos.

[Evelyn Price]

(...) El teatro es eso: ¡el arte de vernos a nosotros mismos, el arte de vernos viéndonos!
                                                                                              - Augusto Boal

Sololá, a 140 kilometros de la ciudad, un lugar donde los quichés y cakchiqueles alguna vez formaron una sola organización política y social, ese fue el lugar en donde nos vimos, vimos a otros, nos encontramos con ellos, vimos a traves de sus ojos y aprendimos. Alguna vez escuché que el tiempo es lo mas valioso que una persona puede darle a otra, y eso es lo que ellos nos dieron a nosotros, su tiempo, lleno de figuras, palabras, colores, idiomas, visiones del mundo y ganas de transfomarlo.

Despues de ese encuentro que fue como respirar profundo en medio de la agitación, que me llenó la cabeza de nuevas posibilidades o talvez nuevas formas de percibir, me pregunto ¿Qué tan diferentes nos hacen 140 kilometros?

Escuchaba hablar a Guillermo y en sus palabras escuchaba a quienes él había escuchado, y no solo eso, también podía verlos, se podía respirar bien, el aire era ligero y cada palabra me inspiraba más que la anterior, un rato antes, cuando Teca movía los títeres no solo les daba vida a ellos sino un poco a mi también, de fondo estaban las risas de los visitantes, nosotros, risas para mi ya familiares, las del salón de clases, esa clase de dos dias a la semana lo suficientemente temprano como para quedarse dormido, pero no, porque fue la mejor de mis ultimas clases de la universidad, vuelvo a pensar en los titeres y en sus manipuladores, y en todos como uno solo, el teatro.

Un aguacero despues estamos en el siguiente encuentro, uno en el que no solo cuestiono sino que también me cuestionan, el frio me interrumpe los pensamientos pero el calor de la comunidad que tiene Sotz'il me hace volver a un pensamiento que creia descartado, el pensamiento de grupo, un poco mas de frio despues cuando llegamos a el ultimo lugar en donde estaban esperandonos me di cuenta de que aunque no entendia lo que estaba escuchando, ellos estaban diciendo lo mismo que yo, lo mismo que nosotros.

Nos vamos alejando del lago, traemos algo de ellos y dejamos algo nuestro, lo mas valioso del intercambio es el intercambio mismo, la satisfaccion con la que se vuelve de un viaje como este, las conexiones que ahora tenemos con quienes decidieron conectarse con nosotros, como lo hacemos todos cuando estamos en el teatro, en ese contexto privilegiado, en esta relacion elegida, en el momento de la verdad, ahí nos atrapo esta experiencia diferente de la cotidianidad, ahí es donde el teatro existe porque nosotros existimos, no la teoria ni la tecnica ni la estetica ni la ideologia, el teatro.

Espero que cuando sea necesario podamos cerrar los ojos y que esta experiencia esté incluida entre los pensamientos que nos hacen regresar la inspiracion y las ganas, gracias por el tiempo, gracias por la compañía, gracias por el paisaje, gracias por las palabras, gracias por las emociones, gracias a todos.